¿Que tiene el enfermo doctor?

A aquellos que no saben de la historia se la refresco,

..... dicese que un día una mujer asistía por primera vez a la típica rueda médica, y el doctor explicaba tranquilamente tratamiento, y diagnósticos de cada enfermo. Una vez llegados a una habitación en la esquina de la planta, y tras la visita a un pobre chico con cólico nefrítico, cuyos gritos de dolor aún se podían oír, la mujer se sorprende de ver a un joven, con una aparente buena salud, y que cómo cualquier chico de corta edad, no paraba de saltar en la cama, o moverse de la cama al suelo y del suelo a la cama. Su rostro no reflejaba enfermedad alguna, y su vitalidad era envidiable por prácticamente el resto de hospitalizados, y tal vez, incluso por algunos de sus cuidadores. La mujer, sorprendida, consulta al médico que cuidados son los preceptivos a su dolencia, ya que en un examen preliminar, para ella, y puede que para cualquier, ese chico de corta edad era el más sano del hospital, visitantes incluidos.

Mujer: ¿Que tiene el enfermo doctor?
Doctor: ah!, pobre chaval, el no lo sabe ..... pero .... sus días están contados.
Mujer: ¿Cómo?, no le entiendo, ......, pero si no presenta ningún síntoma.
Doctor: ¿Síntoma de qué?
Mujer: de estar enfermo
Doctor: pues lo está, y podría decir, a las pruebas me remito, que su final está cercano.
Mujer: dejeme ver esas pruebas, y sacar mi propio diagnostico.
Doctor: aquí las tiene, cómo verá, no me equivoco ..... sólo el destino o lo divino, cómo usted prefiera, podría cambiar su suerte.

La mujer tras comprobar las pruebas, llega a la misma conclusión que el doctor, se trata de Cáncer, su edad no ayuda, ya que la evolución es vertiginosa, pero en la actualidad, no se observa ningún rastro de él, aunque se les espera en breves fechas, ......, y su tratamiento .... paliativo, ya que por su naturaleza ya nada se puede hacer por él.

A la pregunta últimamente de que ¿por qué? España, y Grecia, y Portugal, incluso Italia, se encuentran fuera de este desastre financiero sin parangón, y sobre todo curioso, tras ser apodados como los PIGS, por esos sobrados de conocimientos macroeconómicos que no son otros que los periodistas financieros británicos, los mismo que dos días después claudicaron con alfombra roja y flores al Banco de España, y que ahora, se deben encontrar más preocupados de lo que se cuece en casa propia, de lo que le pasa a los demás.

¿Por qué no están enfermos? o al menos, no lo parecen .....
tras mucho leer, y asimilar, estoy con los que piensan que la respuesta está en la naturaleza de los créditos, y para ser más preciso basta un ejemplo:

Un hipoteca en España esta aún plazo .... eterno para algunos, y a un tipo variable más un spread (incremento), eso permite que la obtención de liquidez no castigue al banco porque a fin de cuentas el que lo acabará pagando es el hipotecado, mientras que eso no ocurre con un tipo fijo, y un Euribor desatado por la desconfianza entre prestamistas, la entidad financiera lo asume.
A que quiero llegar, pues el terrible problema de los hundidos pasará por bajar los tipos, recuperar la confianza, y estabilizar el sistema, pero, ¡que bien!, dirá un español, volveremos a pagar menos y nosotros nunca caeremos en desdicha, ah! del que le hizo caso al BE y contrató su hipoteca a tipo fijo, porque la única solución pasará porque yo vuelva a pagar lo que pagaba antes.

La verdad es mucho más cruda, parar el Euribor en el 5,5% es posible, pero ..... nuestro peligro, y nuestro Cáncer con mayúsculas, lo que no vemos, es que con esta situación estancada, con los créditos inaccesible, con la lenta recuperación de la confianza que tiré para abajo del Euribor (recuerdo a los profanos que ese no es el tipo que marca el bienamado Trinchet, si no el mercado), y con las condiciones socioeconómicas que sufrimos, aumento del paro, e inflación, no tendremos dinero para pagar, se incrementa la morosidad, y el final de entidades financieras que no puedan cubrir ese agujero.

.... ¡Cuidado España!, ese es nuestro peligro, parecemos sanos, pero también lo parecían los americanos, y fijaros cómo andan.

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