La SGAE invertirá 30 millones de euros en su nueva sede pese a la 'crisis musical'
Bueno, ya sabemos lo que hace la SGAE con todo el dinero del canon, se lo gasta. No se lo da a los músicos a los que dice defender, no. Lo que hace es gastárselo en intentar convertirse en una especie de ministerio de cultura paralelo, para que todos los burócratas y chupópteros que la componen puedan seguir teniendo trabajo.
Al fín y al cabo, eso es lo que cabe esperar de cualquier organización de ese tipo. Cuando se hacen grandes y pesadas, su única función es perpetuarse a sí mismas.
Según esta noticia de Telecinco, van a hacerse una sede nueva en La Cartuja de Sevilla, donde van a tener un auditorio enorme y todo tipo de instalaciones.
Y sabeis lo que os digo, que a mí me parece muy bién. Esos cabrones han conseguido aplicar un impuesto a las tecnologías de la información en general con la excusa de la piratería, pero si el dinero que recojen no se lo pasan directamente a los autores que se supone que defienden, la falta de lógica de la situación será todavía más patente y se les acabará el chollo antes.
Veamos, se trata de una organización privada, que se nutre económicamente casi en exclusiva de un impuesto artificial y que depende de una regulación legal que es como poco, polémica. Y ahora resulta que el dinero que tienen lo utilizan para "promover la cultura". O sea, es como un ministerio de cultura paralelo, que sin embargo no tiene ninguna supervisión política.
Como son los políticos los que en realidad manejan las pelas, si la situación sigue así durante un tiempo, y no se ve la conexión entre ese dinero que pagamos por los CDs y algún beneficio para al menos algunos autores o para los propios políticos en forma de control cultural, que es para lo que utilizan los políticos el ministerio de cultura (véase Cataluña), entonces el político de turno que maneje ese dinero va a decidir gastárselo en otra cosa, por ejemplo en su propia campaña electoral, ya que los únicos que se van a quejar son un montón de burócratas mentirosos y ladrones que viven de la SGAE. Ni siquiera los propios autores se quejarían.
Así que yo me alegro de que sigan ese camino, por que es posible que duren menos que un caramelo a la puerta de un colegio.
Ya me dirás de qué cojones le sirve a un grupito que empieza el auditorio ese de los cojones. Seguro que el primero en actuar allí es Miguel Ríos...
Al fín y al cabo, eso es lo que cabe esperar de cualquier organización de ese tipo. Cuando se hacen grandes y pesadas, su única función es perpetuarse a sí mismas.
Según esta noticia de Telecinco, van a hacerse una sede nueva en La Cartuja de Sevilla, donde van a tener un auditorio enorme y todo tipo de instalaciones.
Y sabeis lo que os digo, que a mí me parece muy bién. Esos cabrones han conseguido aplicar un impuesto a las tecnologías de la información en general con la excusa de la piratería, pero si el dinero que recojen no se lo pasan directamente a los autores que se supone que defienden, la falta de lógica de la situación será todavía más patente y se les acabará el chollo antes.
Veamos, se trata de una organización privada, que se nutre económicamente casi en exclusiva de un impuesto artificial y que depende de una regulación legal que es como poco, polémica. Y ahora resulta que el dinero que tienen lo utilizan para "promover la cultura". O sea, es como un ministerio de cultura paralelo, que sin embargo no tiene ninguna supervisión política.
Como son los políticos los que en realidad manejan las pelas, si la situación sigue así durante un tiempo, y no se ve la conexión entre ese dinero que pagamos por los CDs y algún beneficio para al menos algunos autores o para los propios políticos en forma de control cultural, que es para lo que utilizan los políticos el ministerio de cultura (véase Cataluña), entonces el político de turno que maneje ese dinero va a decidir gastárselo en otra cosa, por ejemplo en su propia campaña electoral, ya que los únicos que se van a quejar son un montón de burócratas mentirosos y ladrones que viven de la SGAE. Ni siquiera los propios autores se quejarían.
Así que yo me alegro de que sigan ese camino, por que es posible que duren menos que un caramelo a la puerta de un colegio.
Ya me dirás de qué cojones le sirve a un grupito que empieza el auditorio ese de los cojones. Seguro que el primero en actuar allí es Miguel Ríos...
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